Las habilidades de funcionamiento son necesarias para dirigir los esfuerzos del grupo hacia la consecución de las tareas y mantener relaciones de trabajo eficaces entre los miembros. Alguna de estas habilidades son:
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Compartir ideas y opiniones
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- todos los miembros del grupo tienen que compartir sus ideas (y materiales).
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Solicitar hechos y razonamientos
- Consiste en hacer preguntas, buscar las ideas y opiniones de los demás.
- Podrán comprender, discutir y corregir las opiniones de sus compañeros.
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Orientar el trabajo del grupo
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- Se pretende conseguir que el grupo avance y no se quede atrás por falta de orientación.
- Hay que afirmar y reafirmar el propósito de la tarea asignada (“Se supone que tenemos que …”).
- Se deben marcar los límites de tiempo o hacer hincapié en los mismos (“¿Podemos hacer esto de esta manera en el tiempo que nos queda?”).
- Es prometedor sugerir procedimientos para realizar la tarea asignada con la mayor eficacia posible (“¿Por qué no intentamos esto?”)
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Fomentar la participación
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- Alentar a conseguir que los miembros del grupo compartan sus opiniones o ideas, tanto para conocer lo que opinan los demás, como para que todos sientan que se valoran sus ideas (“Nancy, ¿Qué opinas?”).
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Solicitar ayuda o aclaraciones
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- Este momento es clave en el aprendizaje. Tienen que aprender a pedir ayuda a los compañeros de grupo cuando sea necesario. Esto es esencial para conseguir el éxito de todo el grupo (“No entiendo. No estoy seguro de lo que quieres decir”).
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Expresar apoyo y aceptación
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- El apoyo puede ser tanto verbal como no verbal. El apoyo no verbal se produce a través del contacto visual, del asentimiento o de una mirada de interés. El apoyo verbal incluye los elogios y el interés por las ideas y conclusiones de los demás.
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Ofrecer explicaciones o aclaraciones
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- Siempre han de estar dispuestos a explicarles o aclararles sus dudas a los que no lo entienden, (“¿Quieres que vuelva a explicar esto?”). Deben usar siempre sus propias palabras. Se trata de llegar a un punto de vista compartido. Las explicaciones deben ser propias de un diálogo. Después de que un miembro del grupo dé una explicación, el resto debe explicar al interlocutor qué es lo que creen que ha dicho.
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Parafrasear
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- Significa reformular las afirmaciones del resto del grupo con el fin de asegurarse de que el mensaje se entiende o está claro. La paráfrasis es dialogar para conseguir una comprensión exacta (“Entonces, ¿tú piensas que….?” “Si no me equivoco, ¿Quieres decir que….?”).
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Motivar al grupo
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- Cada miembro del grupo se covierte en un motivador de los demás. Han de solicitar que se esfuercen por conseguir los objetivos. Para ello, pueden sugerir nuevas ideas, utilizar el sentido del humor o mostrar entusiasmo (“¡Vamos, tenemos que seguir adelante!”).
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Describir los sentimientos
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- Hay momentos en los que puede ser útil describir lo que uno siente al resto del grupo (“Estoy perplejo por no haberlo hecho mejor”, “¡Hemos conseguido todos un sobresaliente! Estoy feliz”.
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En este vídeo se puede apreciar cómo evalúan los propios aprendices sus avances.
El Portfolio es un instrumento de evaluación muy eficaz tanto para la Evaluación Formativa como para la Evaluación Continua.
