Hay muchas opiniones sobre el concepto de Aprendizaje Basado en Proyectos, ABP, (Proyect Based Learning, PBL). Mi versión, después de más de 25 años de docencia y profesor del área de Tecnología, se basa por tanto en mi experiencia, y va encaminada al aprendizaje cooperativo para el estudio, investigación y realización de un producto final o prototipo que hay que presentar a una audiencia muy crítica, la clase o clases, otras veces llevar a cabo la solución, ejecutar el prototipo, hacer un pilotaje o publicar una propuesta de solución.
Esta metodología permite que los estudiantes sean los protagonistas de su propio aprendizaje. Es un aprendizaje basado en la Investigación. Se trata de plantear situaciones de la vida real y será el alumnado el que decida qué contenidos, habilidades y destrezas necesitan adquirir para investigar, proponer, responder, presentar o resolver la citada situación.
Va mucho más allá del producto final, como hasta ahora ha sido el examen, porque tiene en cuenta el proceso llevado a cabo por el estudiante y permite y promueve la adquisición de las competencias clave.
Nosotros, docentes, tenemos que desempeñar un papel de asesor o guía, aunque, en mi opinión, también tenemos que intervenir en ocasiones como expertos. Estas intervenciones tienen que ser breves, pero, insisto, tienen que existir. De esta manera la responsabilidad es compartida, los discentes de su propio aprendizaje y los docentes de asesorar ese aprendizaje. Mi opinión es algo controvertida pues la mayoría de los autores destacan lo contrario.
También sugiero que los planteamientos de las situaciones no sean totalmente abiertas según que casos, así podemos abrir más en los mayores como 2º de bachillerato y tutelar más a los más jóvenes, como en primaria.
En estas circunstancias, el alumnado distingue contenidos necesarios, investiga, propone, identifica y resuelve y, por ende, aprenden. Con la garantía de que lo que se evalúa es todo el proceso. Es por ello que toman mucha relevancia además de las heteroevaluaciones, las que hace el docente, las autoevaluaciones y coevaluaciones o entre iguales.
De esta manera podemos ver el ciclo del Aprendizaje Basado en Proyectos,
- que parte del planteamiento del proyecto o situación, donde quiero destacar que unas pocas preguntas buenas activan la Metacognición de los estudiantes,
- a partir de las mismas puedan identificar las necesidades de objetivos de aprendizajes y/o contenidos, momentos en los que puede haber breves intervenciones magistrales del docente,
- ya con la información necesaria estudian y preparan esbozos y diversas alternativas que pueden dar respuesta al problema o necesidad
- el paso siguiente es planificar y prototipar o probar la propuesta de solución
- y por último evaluar y divulgar la resolución del problema, incluso identificar problemas emergentes.
A partir de entonces se inicia un nuevo ciclo.
Para implantar e implementar un buen ABP en tus clases no debes olvidar asegurarte de lo siguiente:
- La necesidad o problema a resolver tiene que ser cercano a la realidad de los estudiantes, claramente identificable y, si es posible, que estén relacionados con los ODS.
- El currículo ha de estar presente en todo caso, debe quedar claro cuáles son los contenidos y objetivos de aprendizajes a alcanzar. OJO!!! Es ideal que se integren diversas materias o áreas del currículo, que sea interdisciplinar. Las instrumentales suelen aparecer en cualquier ABP bien implementado, Lengua, Matemáticas, Ciencias y un idioma. Lo recomiendo. Es evidente que el nivel de complejidad en su organización, implantación e implementación es mucho mayor y más sofisticado. Sin embargo, criterios de éxito y niveles de logro, también son enormes.
- Planificación temporal, para llegar a un producto final, sea cual sea, el tiempo y el número de sesiones es clave. Nosotros, docentes, hemos de planificar estos tiempos para evitar frustraciones en nuestro alumnado. Recomiendo un trimestre para la realización de los mismos, aunque en algunos casos podría durar todo un curso.
- Metacognición inicial, preguntas sugerentes y provocadoras, imágenes, motivadoras y atrayentes, con instrucciones, publicaciones o con vídeos, todo relacionado con los contenidos.
- Compartir con los alumnos objetivos de aprendizaje y criterios de evaluación, a partir de los cuales se establezcan los instrumentos de evaluación adecuados, como rúbricas, portafolios, pruebas, autoevaluaciones, coevaluaciones, etc. Una buena práctica que recomiendo es permitir que los alumnos participen en la elaboración de una rúbrica de evaluación del proyecto con estos datos.
- Determinación de competencias, como uso de las tecnologías, pensamiento crítico, sentido de la iniciativa, habilidades sociales, trabajo en equipo, autonomía y comunicación lingüística, científica y cultural.
- Documentación o prototipo de la investigación, es fundamental que los grupos de trabajo elaboren todo tipo de documentos para argumentar, fabricar, medir, explicar, calcular y exponer sus avances en la resolución del problema o posibles soluciones del mismo. Un ejercicio de metacognición intermedia ayudaría bastante al asentamiento del aprendizaje.
- Evaluación, este apartado debe estar presente en todo el proceso, los docentes debemos proporcionar feedback a los estudiantes continuo para que puedan autorregular su aprendizaje, supervisando, tutelando y guiando los avances de los estudiantes. En estos momentos el pensamiento crítico juega un papel fundamental en la comprensión de que en la vida real es muy difícil que todo salga a la primera, sin errores y a coste cero.
- Metacognición final, preguntas que activen y hagan reflexionar a los estudiantes sobre lo aprendido y de cara su futuro aprendizaje, para situaciones parecidas o no y que les permita pensar siempre en cómo mejorar y establecer o copiar estrategias para ello.
- Presentación del producto final o prototipo. Este apartado es muy significativo para el alumnado, en cuanto a que es un momento de enseñar sus logros a la comunidad educativa o hacer creaciones digitales públicas o participar en eventos relacionados, mostrando orgullosamente sus criterios de éxito.
Es evidente que las experiencias personales de los docentes son ricas y variadas y no existe dogma para poder presentar una receta fija de un ABP o PBL. Estaré encantado de compartir vuestras opiniones a favor o en contra de todo lo que he expuesto. Por favor, considerad que todo ello es fruto de mi experiencia sin pretender nada más que ofrecer y compartir las mismas.