Interpretar y definir el problema es transformar las historias en conocimientos significativos y converger para solucionar el problema. Las observaciones, las visitas de campo o una simple conversación pueden ser de gran inspiración, pero no es una tarea fácil encontrar un significado en ello y convertirlo en oportunidades concretas para el diseño. Implica narrar historias, así como ordenar y condensar pensamientos hasta encontrar un punto de vista convincente y una clara orientación para la “ideación” o generación de ideas.
Es muy habitual el uso de una suma de valores, encontrados en la etapa anterior, para centrar la solución. Esta ecuación contempla las necesidades y los deseos del usuario junto a las explicaciones y argumentos que los llevan a tenerlos:
DEFINICIÓN = NECESIDAD + USUSARIO + ARGUMENTOS
Por ejemplo: los estudiantes, (usuario), necesitan conocer sus verdaderas vocaciones, pasiones y gustos, (necesidad), porque tienen dificultades para establecer su propio itinerario profesional, (argumentos).
Es muy importante la observación y el análisis durante esta fase y definir núcleos o ejes que no sean ni demasiado amplios, ni demasiado concretos. Si la amplitud es grande no permitirán profundizar lo suficiente, sin embargo, si los ejes rectores son muy precisos puede resultar complicado generar ideas diferenciales que proporcionen un nuevo valor.
Una vez conseguida la definición del problema, hay que determinar el desafío creativo en el que se centrará el equipo para encontrar la mejor de las soluciones. Un buen desafío debe contener una variedad de necesidades explícitas e implícitas, permitir un abanico de soluciones y adaptar el grado de dificultad al tiempo disponible para trabajar en él. Las preguntas desafiantes son clave en este momento. En el ejemplo de los estudiantes: “¿Cómo podemos hacer que los estudiantes encuentren sus verdaderas vocaciones, pasiones y gustos para que puedan elegir las optativas adecuadas cada año?
Las herramientas más comunes para desarrollar esta etapa son las siguientes:
Método DAFO
El método o matriz DAFO, (Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades), es una herramienta que permite al diseñador analizar la realidad del usuario, para poder tomar decisiones de mejora en la búsqueda de soluciones.
Este método de análisis es un buen comienzo cuando se plantea un nuevo proyecto empresarial o personal pues ayuda a establecer las estrategias para que éste sea viable.
Además se puede convertir en una herramienta de reflexión sobre la situación de una empresa en funcionamiento, un producto ya creado o cualquier persona.
El análisis DAFO se divide en dos partes:
1. Análisis interno: (Fortalezas y Debilidades)
En esta fase se realiza una fotografía de la situación de la empresa o proyecto empresarial considerando sus Fortalezas y sus Debilidades.
2. Análisis externo: (Amenazas y Oportunidades)
Tanto las Amenazas como las Oportunidades pertenecen al mundo exterior a la empresa pero deberían ser tenidas en cuenta bien para superarlas, en el caso de las amenazas, o bien para aprovechar las oportunidades que brinda el mercado exterior.
Una vez realizado el análisis, es necesario definir una estrategia que lleve a potenciar las fortalezas, superar las debilidades, controlar las amenazas y beneficiarse de las oportunidades.
Canvas estratégico
El Canvas estratégico o cuadro estratégico, es una de las herramientas que se utilizan para analizar la competencia en detalle. Este cuadro permite, por un lado, ver los factores más representativos por los que el sector está apostando, y por otro, definir una estrategia de diferenciación tal que puedas crear algo diferenciador con respecto a los competidores. Es una herramienta estratégica visual y sencilla con la que se establecen las bases sobre las que una empresa crea, proporciona y capta valor. Se tienen que definir los clientes objetivo, sus problemas y las soluciones que se le aportan, así cómo la propuesta de valor que hace que la solución sea única. Por otro lado, hay que definir los canales de distribución hacia los clientes, los costes e ingresos. Por último, se establecen las ventajas competitivas que marcan la diferencia frente a la competencia.
5 Fuerzas de Porter
Cualquier finalidad o empresa debe analizar su competitividad en el mercado, tanto en el momento en el que se lanza como cuando se crea un nuevo proyecto. Este análisis y medición de la competitividad se puede realizar a través de las llamadas 5 fuerzas de Porter.
Las 5 fuerzas de Porter, definidas por Michael Porter en su publicación Estrategia competitiva, 1980, se concretan en:
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- Amenaza de entrada de nuevos competidores
- Rivalidad entre competidores existentes
- Amenaza de productos y servicios sustitutos
- Poder de negociación del proveedor
- Poder de negociación del cliente
Para ampliar información de la técnica de 5 fuerzas de Porter recomiendo la web de Becas Santander.